Ayer recibí una carta de mi corazón.
Llorando lágrimas ensangrentadas,
y entre suspiros entrecortados,
me suplicaba que le dejara volver a ser canción.
Que cortara los lazos que le impiden sentir,
y que el dia a dia volviera a ser aquel intérvalo de tiempo
donde las rosas aún eran rojas,
donde abril seguía siendo abril.
"Disculpa", me decía, "si he sentido algo de más".
Con un golpe sordo, volví a llorar.
Mi intención no había sido
anular el estrecho lazo que nos unía a los dos.
Siempre habíamos ido a la par,
mente y corazón, alma y suspiro, gemido y sensación.
Ahora, discúlpame, corazón,
pero debo seguir viviendo una vida paralela,
donde a veces no soy yo,
pero las lágrimas no son eternas,
y no me duelen tanto sentir.
Olvida mi dirección,
y si en un futuro, nos reencontramos de nuevo,
sólo espero que vuelva a ser como siempre fue.
Y yo doblegaré mis rodillas, pidiéndote perdón.
Pobre corazon!!!!,muy bonito tu post.
Saludos
buf! esto es muy fuerte...
a mí,no me ha dejado, soy un cautivo en cárcel de amor.
Muy bonito el poema!
deberías darle al corazón un poco más de esa razón y permitirte sentir lo que tienes que sentir, sin echarle, para poder ser otra vez canción, y disfrutar de la alegría de vivir!
Me recuerdas a mi hace 5 minutos....1,000 lagrimas atras un susurrro adelante, gracias.
Escrito por Itzia el 20 de Octubre a las 10:34