Lo cierto es que no sé cómo enfocar este regreso. Quizá no es un regreso, sino una breve chispa que se apaga al cabo del tiempo.
Tengo tanto por gritar que me faltan palabras para hacerlo.
Tal vez, poco a poco pueda ir soltando la maraña o la anude más... Quién sabe...
Odio los momentos en los que me siento sola. Ni siquiera las palabras me acompañan.
Siento frío.