...Y me siento tuya. Y me miras, y ya me siento en la obligación de desnudar mi alma, doblegar mi espíritu y rodillas, para demostrar mi entrega a tí. Para mostrame tal y como soy, sin tapujos, sin reservas.
Ser sólo yo, una piel desnuda que sólo ansía un roce tuyo
Tú, centro de toda mi vida.
Tú, dolor y alivio.
Tú, tensión y paz.
Distante, y a la vez tan cercano.
Lejano, y a la vez te siento a mi lado.