Quizá hoy me he dado cuenta de lo tonta que he sido.
Los miedos, los temores, las dudas, no conducen a ningún lado. Sólo merman cualquier sentimiento que pueda estar naciendo. Sentir que amo, que quiero a alguien, sentirme viva... Eso si que no es comparable a nada. ¿Para qué los temores?
Siempre mirar hacia adelante, con optimismo. Echarle un pulso al destino, convencida de que voy a ganar... Y siempre, siempre, seguir jugando.
Lo se. Soy tuya para siempre. Ocurra lo que ocurra, demos los pasos que demos... Soy tuya