Me he equivocado profundamente al pensar que tu camino y el mío tenían un punto de inflexión en común. Al intentar cambiar una forma de pensar, de vivir, de sentir.
Hoy más q nunca siento, sé, que todo se ha acabado, que he despertado del sueño que yo misma me creé con adornos e ilusiones, a la mas cruda y absurda realidad.
Nunca vas a volver a mí porque nunca has estado conmigo. Por mucho que me duela, así son las cosas.
Me esforcé en cambiar mi forma de pensar, en cambiar mi forma de vivir. No por tí, sino para creerme que nuestras vidas tenían un punto común. Siempre fui yo, pero... Me entiendes, ¿no?
Me he equivocado, y ahora mismo solo me ocupa las noches el intentar descubrir cómo salir de esta
Cuando he despertado del dulce sueño en que me sumí, sin motivo alguno ni aparente, he descubierto que los sueños se alimentan de vida. Duermes, para soñar, y sueñas para despertar... Una pequeña muerte diaria que te atrae a un mundo de rutinas, caminos y compromisos absurdos.
Cuando he despertado de la larga noche, he comprendido que mis sueños sólo han servido para mantenerme dormida. Tal vez tenga que fijar todo mi esfuerzo en otro sueño... del que volveré a despertar, sin duda alguna.
En cada pequeña muerte, dejaré un verso en forma de canción que siempre quise regalarte, un beso triste y un guiño sin excusas.
Volveré a dormir. Volveré a soñar... Mi pregunta es... ¿Volveré a encontrarte en mis sueños?
A veces sucede que conoces a alguien que te llena con una chispa especial, que va ganándose tu confianza, que sientes que no puedes guardarle secretos, y todo se lo contarías. Ese eres tú.
Gracias a tí, soy ahora lo que soy.
Gracias a tu tiempo y paciencia, quizá ahora soy mejor persona.
Gracias a tu mirada, que me ofrece otra visión de las cosas.
Por tus lágrimas, tan inesperadas como sinceras, acompañadas de las mías.
Por tu hombro, que espero tener el resto de mi vida conmigo.
Por tus sueños, por compartirlos conmigo.
Sin tu apoyo me siento perdida muchas veces.
Sin tus bromas siento que me falta algo.
Sin tu sonrisa ya no hay luz en nuestro camino.
Hoy sí que deseo que leas esto y decirle al mundo entero que, a pesar que nos conocemos un corto tiempo, ha sido intenso, y para mí muy importante. Hoy deseo gritar que somos amigos, y sentir como se me llena el alma.
Por todo lo que hemos vivido y compartido. Por todo lo que espero que nos quede por vivir, mi mano es siempre tuya, desde el momento que te conocí. Siento que contar con alguien como tú es tener una suerte infinita.
Coge esta lágrima que resbala ahora mismo por mi rostro. Guárdala en tu almohada y que te acompañe por la vida. Ella te arropará las noches más frías, y te recordará que, esté donde esté, siempre te estaré apoyando.
No te reprimas y silba. No lo pienses, sólo hazlo y estaré a tu lado.
Abusa de mi confianza, te la has ganado con creces, y me siento orgullosa de sentirte así.
No sé cómo acabar ésto. Me quedan mil cosas que decirte, y nada es suficiente para expresártelo. Quédate con un beso y alcemos nuestras copas... ¡Por nuestra amistad!
Me confundes...
A veces te odio y a los cinco minutos vuelvo a pensar en ti como lo más maravilloso que jamás me sucedió. Me desesperas, a la vez que enloqueces. Logras que te olvide, y al bajar la guardia siempre estás ahí.
Me pones los cinco sentidos en guardia mientras duermes, y a la vez una paz se apodera de mi inconsciencia. Te leo decirme palabras, veo tus susurros en un gran silencio. Puedo ver en el brillo de tu mirada un guiño que se escapa... Y aún así, si volviera a conocerte, volvería a sentir lo mismo.
Quizá dices que no lees justo para acabar haciendo lo contrario...
En esta noche noctámbula, no me sonrojo al decirte que me apetecían esos noventa minutos de mayo. Mañana me dará vergüenza decirte que los deseo con todas mis fuerzas.
A pesar de todo, deseo tus confusiones por encima de todo en este mundo